CÓMO AVERIGUAR QUÉ TIPO Y ESTADO DE PIEL PRESENTA TU PACIENTE

Para poder pautar una rutina de dermocosmética, lo primero que debes de averiguar es el tipo de piel que tiene el paciente y en segundo lugar el estado y qué le gustaría mejorar. Tú eres el/la expert@ al que el paciente acude a por consejo, por ese motivo la típica pregunta: ¿para qué tipo de piel quieres la crema? Debe desaparecer de tu argumentario, entonces ¿cómo averiguar qué tipo y estado de piel presenta tu paciente?

Características presenta cada tipo de piel:

SECA: tiene los poros muy cerrados, es una piel sin brillo, puede estar áspera y te puede transmitir la falta de confort a lo largo del rostro por su carencia en lípidos.

MIXTA: tiene el poro más dilatado en la zona T, esta zona tiene tendencia a brillar por la secreción sebácea. La piel mixta puede deshidratarse fácilmente en el contorno del rostro y sentir tirantez en esta zona.

GRASA: es una piel con el poro muy dilatado a lo largo de todo el rostro, exceso de brillo, le dura poco el maquillaje, presenta una textura engrosada e irregular.

NORMAL: desde mi punto de vista una piel normal es la que pretendemos conseguir gracias al uso de cosméticos, es la piel ideal que tod@s querríamos tener.

Cuando tengas todas estas características interiorizadas y hayas practicado con pacientes de confianza de tu farmacia y entre compañeros, te resultará mucho más fácil identificar el tipo de piel que presenta quién te pide consejo en cremas. Pero si en algún momento dudas, la mejor forma de averiguar qué tipo de piel tiene sin preguntarlo directamente podría ser: ¿qué texturas le gusta utilizar? o ¿cómo siente su piel?

Estados de la piel: PIEL DESHIDRATADA y PIEL SENSIBLE

PIEL DESHIDRATADA:

No es un tipo de piel, sino un estado puntual en el que cualquier tipo de piel puede encontrarse en un momento dado.

A la piel deshidratada le falta agua.

Este estado se confunde mucho con piel seca, a la cual le faltan lípidos. Es cierto que una piel seca tiene mucha tendencia a deshidratarse. Precisamente por esa carencia en grasa, su film hidrolipídico no es una buena barrera de defensa frente al medio externo y se deshidrata con más facilidad que el resto de tipos de piel.

PIEL SENSIBLE:

Tampoco es un tipo de piel, sino un estado puntual en el que cualquier tipo de piel puede estar en algún momento de la vida, por ejemplo por el uso de cosméticos o productos de higiene inadecuados.

Una piel sensible es aquella que reacciona fácilmente frente a agentes del medio externo, es decir, su umbral de reactividad es inferior a lo normal.

Hay varios grados de sensibilidad: PIEL SENSIBLE, PIEL INTOLERANTE Y PIEL ALÉRGICA.

En cuanto a qué le gustaría mejorar, es una pregunta que debemos realizar al paciente para averiguar su necesidad, y puede ir reforzada por un diagnóstico facial mediante dermoanalizador u observacional si  no se dispone de él.

¿Qué protocolo sigues para averiguar las necesidades de tu paciente?

 

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