Y llegas a ese punto en el que preguntas a tu paciente que rutina de cuidados de la piel sigue y el contorno de ojos ni lo nombra… ¿Qué haces?
De todo esto concluimos que:
Existe otro problema en la zona del contorno de ojos: las bolsas y ojeras. Por eso también es interesante que un contorno contenga activos estimuladores de la circulación sanguínea y linfática. Así sin entrar en muchos detalles de ojeras, ya dedicaré otro post a ello 😉
Además de que el paciente no nombre el contorno de ojos porque no lo utiliza, seguro que más de una vez también te ha ocurrido que éste te dice que no soporta los contornos de ojos porque le producen alergia… Cuando esto ocurra pide que te explique cómo lo aplica y enseguida entiendes el porqué de esa reacción alérgica. Recuérdale cómo aplicarlo de forma correcta para evitar estas reacciones: “no tiene que aplicarlo justo hasta el ojo, sólo depositando el producto en el hueso que rodea al ojo es suficiente”.
¿Qué argumentos utilizas para introducir el contorno en una rutina?
2 Comments
Excelente informacion
Estoy haciendo un trabajo sobre este tema y me encanto su pagina
La compartire
Hola Aurelina,
Muchas gracias por tu comentario!
Saludos,
Anabel.